

A este pez no le importa su tamaño, siempre están predispuestos para comerse lo que se les mueve enfrente, su voracidad es tal que en ocasiones me encontrado flotando lobinas muertas que se han comido una mojarra de mayor tamaño a la que puedes tragar.

Tuvimos muchas oportunidades de ir, empezamos a asistí por ahí del 70, cuando había una cantidad impresionante de bichos, de todos tamaños, inclusive tuvimos la oportunidad de sacar algunas de mas de 3 kilos, ya que la pesca comercial estaba restringida, como es ahora en Zimapan y el paso a la cortina estaba custodiado por militares y pasar era un poco complicado,para nuestra fortuna el ser nietos de militares siempre nos facilito contar con alguna credencial que nos permitía el paso.
En este lugar la mayoría de las veces pescamos de la orilla, solo en una ocasión tuvimos la oportunidad de trolear en lancha.
Siempre que fuimos fue de campamento, llegábamos el viernes en la tarde y regresábamos el domingo y donde siempre nos ubicamos era del lado de la compuerta, donde existe un pequeño arroyo que ingresa a la presa y un circulo como de unos 8 o 10 m. de diámetro que pareciera fuera un señalamiento de los que se usan para indicar punto de aterrizaje para un Helicóptero, ademas de que del arroyo que menciono hasta la cortina estaba recubierto de piedras bola y ahí siempre encontrábamos algo que se le tirara a nuestros señuelos. Llegábamos directo a pescar, a la hora que fuera el campamento lo levantábamos antes de dormir y lo volvíamos a desarmar en cuanto nos despertábamos.

Dedicábamos todo el tiempo que teníamos para tirar y tirar y las mejores capturas eran innumerables, claro que lo mejor siempre se pegaba antes del amanecer o justo cuando empezaba a oscurecer y no me refiero al numero sino al tamaño del pez, aquí si logramos capturas mayores a los 2 kg. y creo que lo mas grande que saco mi hermano Erik fue como de casi 4 kg.
Como comente pescábamos de la orilla así que nos dedicábamos a caminar por toda la orilla, hacíamos algunos lances y si no había piques caminábamos un poco mas y asi todo el día, regresábamos al sitio donde dejábamos el auto tan solo para comer o mas bien cenar y en seguida a seguir pescando.

Dedicábamos todo el tiempo que teníamos para tirar y tirar y las mejores capturas eran innumerables, claro que lo mejor siempre se pegaba antes del amanecer o justo cuando empezaba a oscurecer y no me refiero al numero sino al tamaño del pez, aquí si logramos capturas mayores a los 2 kg. y creo que lo mas grande que saco mi hermano Erik fue como de casi 4 kg.
Como comente pescábamos de la orilla así que nos dedicábamos a caminar por toda la orilla, hacíamos algunos lances y si no había piques caminábamos un poco mas y asi todo el día, regresábamos al sitio donde dejábamos el auto tan solo para comer o mas bien cenar y en seguida a seguir pescando.





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